
Supo que iba morir al verle los ojos. Aunque no le dio tiempo a pensar demasiado. Estaba tan cansada de correr, que cuando cayó sobre el suelo mojado de aquel portal, casi se dio por vencida. Le miró a la cara antes de que le clavara el cuchillo. Se estremeció, aunque fingió templanza. Se mantuvo así hasta que pudo. Lo peor es que su asesino tampoco dejó de mirarla a los ojos en ningún momento.
En la redacción de El madrugador, el periódico más leído de la ciudad, el crimen no se conoció hasta el mediodía siguiente. Las radios habían informado de la aparición de un cuerpo en el casco antiguo pero apenas habían podido aportar datos sobre su identidad. Eso se supo avanzada la mañana.
-Se llamaba Jimena María Alcollante. Tenía 25 años y toda la vida por delante - rimó divertida Eva. Tanto tiempo haciendo periodismo de sucesos la habían insensibilizado ante las tragedias.
- ¿Quién era? ¿De dónde era? ¿A qué se dedicaba? ¿Por qué la han matado? - le inquirió Ignacio, el director del periódico.
- Por lo visto era una escritora en ciernes. Había publicado alguna cosilla pero más bien eran buenas intenciones. Era de Madrid pero llevaba aquí, al menos, un año. No sacaba mucho dinero de sus publicaciones, así que colaboraba en algún medio. Tenía una columna en La verdad.
- ¡Mierda! Seguro que esa gente tiene todo el historial de esa chica - protestó el director por las ventajas que se presentaban para el diario de la competencia.
- No te creas. Por lo que me cuentan se limitaba a enviar los textos por correo electrónico. Nadie la conocía, aunque se rumorea que estaba liada por algún directivo. Todo habladurías.
- ¿Con quién?
- Con Chiqui Esteban.
- ¿El subdirector?
- Ese mismo. A la chica le dieron tres puñaladas. El asesino la persiguió por varias calles y la dejó tirada en el portal. No hay huellas, de momento, ni arma del crimen. Tampoco pisadas. Estaba lloviendo. De momento, la Policía no tiene ni un solo dato.
Eva salió del despacho. Recogió sus cosas y se decidió a marcharse al lugar del suceso, aunque antes el director salió del despacho y lanzó un grito.
- ¿Dónde está Laura?
La aludida estaba sentada al fondo de la redacción, con la cabeza echada sobre la mesa. El bufido del director la despertó de un profundo sueño
- ¿Qué pasa, coone? - le respondió indignada.
- Esto es una redacción, no tu dormitorio. Pero, ¿no te da vergüenza?
- Vergüenza me da tu cara.
En la redacción se hizo el silencio. Todos los periodistas giraron sus miradas hacia el director aguardando su reacción. Pero no hubo sorpresas.
- Todos sabemos por qué estás aquí. Pero no creo a que a tu padre, por mucho dinero que ponga en este periódico, le guste saber a qué te dedicas en esta redacción.
- Me dedico a lo que me sale del...
En otra mesa cercana, dos redactoras hablaban en voz baja.
-Qué ordinaria es y qué poquita vergüenza tiene - criticó Natalia.
- El pobre Ignacio tiene el cielo ganado. Vaya elemento - le apoyó Carmen.
- El día que su padre deje de poner la mitad de la publicidad, alguien la pondrá en su sitio...
- A quien a mí me gustaría poner en su sitio es a Ignacio...
- Carmen, que te pierdes... Es el director. No tienes nada que hacer. No se va a fijar en una simple auxiliar de redacción.
- Eso está por ver...
Eva era ajena a la polémica y ya había agarrado su abrigo cuando Ignacio la detuvo con su voz.
- ¡Eva! Ya que Laura no está por la labor, que vaya contigo la nueva.
Eva miró a su lado. Sentada frente a un ordenador estaba Libertad, recién incorporada como becaria. La joven se asustó del encargo. Eva la miró y rechistó por la compañía impuesta.
- Venga, levanta. No tengo todo el día.
En el portal donde murió Jimena se agolpaban desde temprano los cámaras de televisión y los fotógrafos. Eduardo, de El madrugador, y Román, de La verdad, pugnaban por el mejor sitio. Un impactante codazo desplazó a Eduardo en el momento en que varios policías abandonaban el portal.
- ¡Cabrón! No tienes derecho a la vida - protestó Eduardo.
- Aprende un poco de esta profesión. Que llevas media vida y no sabes ni enfocar -le respondió sin detener el disparador.
Después ambos se marcharon juntos al bar y se intercambiaron fotografías.
- Pobre muchacha. Qué lástima de ella - se lamentó Eduardo.
- No tenemos ni una buena foto. Pero, ¿a qué hora se llevaron el cuerpo?
- Cada vez cuentan menos con nosotros. Ni nos avisan ni nada.
En ese momento, Eva y Libertad entraron en el bar. Román guiñó a las chicas pero sólo Libertad le devolvió una sonrisa tímida, casi avergonzada.
- ¿Qué tienes? - interrogó Eva a Eduardo.
- A la Policía saliendo.
- ¿Y éste tiene algo mejor? - preguntó mirando de reojo al otro fotógrafo.
- Tú sabes lo que tengo mejor... - bromeó Román.
- Ni me hables... O sea, que no tenemos nada con enjundia.
- Pues te compras una cámara y haces tú las fotos.
- Seguro que no es tan difícil si la maneja un tipejo como tú.
Eduardo sonrió a Libertad.
- ¿A qué parece mentira que un día se amaron?
- Eso forma parte de mi oscuro pasado y nadie tiene por qué saberlo, Eduardo - protestó Eva.
- Por cierto, ¿cómo se llamaba ella? - le preguntó el fotógrafo.
- Jimena María Alcollante. 25 años y toda la vida por delante.
A Eduardo se le cambió la cara. Acababa de enterarse de la muerte de la única mujer a la que había amado.
14 comentarios:
¡Es como la vida misma! Irrumpe en la escena literaria el nuevo Vázquez Montalbán de los Toruños. Cuidado con lo que decís o hacéis que se plasmara en la ficción de esa lengua viperina que corta el aire.
El Vázquez Montalbán de Los Toruños se ha metido en un embolao bueno. A falta de proyectos artísticos.... empieza una novela por fascículos con unos personajes tan interesantes y maravillosos que provocará la ira del público si no lo alimenta con sus nuevos avatares.
Me he quedado en ascuas... Espero con impaciencia la segunda entrega.
Felicidades, dominas las artes literarias a las mil maravillas. Me haces incluso cuestionar el mérito de Óscar Lobato con Cazadores de humo.
Si quieres que lleven tu novela a la gran pantalla te recomiendo que no metas hienas y que saques alguna teta o algo, no?
Espero con impaciencia el segundo capítulo!!!
NOOOOOOOOOOO... Quiero leer más. ¿Quién es Jimena? No puedo con la curiosidad. Como Rosa Díez estoy harta de estar harta y en este caso no quiero estar enganchada a ninguna historia más. Creo que ya es suficiente con Fama. Que por culpa de Libertad ya no duermo nunca siesta y encima se va y ya no tengo con quier comentar las novedades.
coincido con un comentario de más arriba... a falta de proyectos artísticos el autor se embarca en un nuevo desafío, una novela por capítulos, de momento pinta bien pero espero que no nos deje de nuevo con la miel en los labios, como con el trailer del 11-n al que al final superó el making-off.... yo no digo ná.....
por cierto que me ofrezco pa comentar las novedades de Fama... que fuerte la lorena que le pone los cuernos al novio.... ayayayayyayayayyy tooomaterooos
Uffffff.... pues yo, egocéntrica de mi, pensé que Jimena era yo... como estaba liada con el cachondo del chiqui esteban ese....Queremos más piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiidro!
Qué bueno, Óscar Espinosa... Lo que más me gusta es que un infografista haya llegado a subdirector jejejje. Me han dicho que se trajina a media redacción... Piiiidro no sales... ¿Será el asesino? (espero no fastidiarte la historia)
por cierto... crítica feminista... aki todos los directivos son hombres....hummmm
Yo creo que Piiiidro no es el asesino, sino el alcalde de la ciudad, que ante una oleada de crímenes tendrá que decir esa frase que tanto le gusta:
-- El asesino, ¡que dé la cara!
ARRTE PURO es lo que tiene Pedro Espinosa. Y esto no lo ha escrito él. Aunque lo parezca.
musho arte di q si.... desbordas creatividad ( y esto seguro q no lo has escrito) XDDDDDDDDDDD
Sexo, ambición, asesinato... todos los ingredientes para un best-seller. Y algo de ciencia-ficción también. No entiendo a quienes nos advierten de que nuestras palabras y hechos podrán ser plasmados en la ficción. Nada más lejos del espíritu de la obra. Si fuera un relato realista, Libertad estaría en la cumbre de su carrera y no sería una simple becaria de sonrisa fácil.
Muy fuerte me parece... Soy mala, zorrón, hermana traicionera... me encanta!!! Pedazo de obra Peter! De aquí a seguir los pasos de Boris Izaguirre.. Espero ansiosa nuevos capitulos.
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