
Doblaron las campanas. Eva salió de la iglesia. Una lágrima escapó bajo sus negras gafas de sol. Laura la acompañaba y la sostenía por un brazo. Delante varios hombres, todos desconocidos, sostenían el ataúd que llevaba a su hermana. El coche fúnebre esperaba a las puertas.
- La odié hasta el último minuto de su vida – confesó Eva – No le di ni esa mínima concesión.
- No te lamentes por eso. Tú no sabías que iba a morir. Y ella te había hecho mucho daño.
- Justo antes de morir me entregó una rosa, una de esas rosas que llevaba Jimena… Me dijo que era muy importante… ¿Qué coño significa todo eso?
Laura recordó y decidió contarle la verdad a su amiga.
- Yo también tengo una de esas rosas. Mi padre me la dio…
- ¿Tu padre?
- ¿Crees que puede saber algo sobre todo lo que está pasando?
Eva quiso revelarle que el señor Chaflers había entrado en casa de Jimena. La periodista tenía fundadas sospechas de que el padre de Laura tenía la clave de muchos enigmas. Pero no se sintió con fuerzas para esa conversación.
- Prometo que no pararé hasta descubrir quién ha hecho todo esto. Al menos quiero darle a mi hermana el nombre de su asesino.
- Es bueno tener un objetivo en la vida.
- Es lo único que me queda. Estoy completamente sola.
- Bueno, al menos, tienes a un hombre que te quiere…
Eva pensó en Román.
- No tengo muy claro de si él puede llegar a querer a alguien.
- Por supuesto que sí. Se lo nota muchísimo. Se le cae la baba.
- Pensaba que cuando decías que estabas ciega, era en sentido figurado… Él es frío como un témpano…
- Qué va. Es un primor, te quiere a la legua. Tienes que darle una oportunidad. Es una buenísima persona.
- Pero, ¿tú le conoces acaso? No sabía ni que habíais intercambiado muchas palabras.
- ¿Con Eduardo? Pero si sabes de sobra que somos amigos…
- Pero, ¿qué me estás contando de Eduardo? ¿Qué tiene que ver él con esto?
- ¿De quién te voy a hablar si no es de él? Me dijo que ya te había contado lo enamorado que está de ti. Se desvive por hacerte feliz. Pero, ¿no te lo dijo en la fiesta?
Eva recordó entonces la tristeza en la mirada de Eduardo cuando le sorprendió junto a Román en el baño de La salamanquesa. Sintió que su vida se llenaba de complicaciones. La comisaria Alejandra la sacó de sus pensamientos.
- Siento mucho lo que ha pasado.
- ¿Qué quiere usted de mí? Ya nos tuvo retenidos cuatro horas en la fiesta junto al cadáver de mi hermana y ya me interrogó suficientemente, ¿no le parece?
- Teníamos que encontrar cualquier prueba que pudiese aclarar quién apuñaló a Marina…
- ¿Y ya sabe algo?
- De momento, no. Pero estamos trabajando en ello.
- No deben de estar trabajando demasiado bien cuando los asesinos cometen sus crímenes delante de sus narices y no son capaces de cogerles. Ahora, si me disculpa, voy a enterrar a mi hermana.
Eva se alejó. La preocupación de la comisaria aumentó. Realmente su gestión estaba resultando un fracaso. Durante un largo tiempo sus agentes habían registrado La salamanquesa palmo a palmo y cacheron e interrogaron a todos los asistentes a la fiesta. La autopsia había revelado que Marina había muerto de tres puñaladas, con un cuchillo muy similar al que había acabado con la vida de Jimena o La Toñi. Pero ninguno de los presentes portaba arma alguna. Sus declaraciones no permitieron aportar pista alguna, aunque Alejandra estaba convencida de que el asesino era uno de los asistentes a la fiesta. Ese avance en su investigación no había convencido a sus superiores, que le habían de dado de plazo un mes antes de forzar su traslado.
El entierro fue breve y sencillo. Laura se despidió de Eva y se marchó acompañada de Mauri. La subdirectora de El Madrugador se acercó a su coche. Román y Eduardo esperaban junto al vehículo. El corazón se le aceleró mientras se acercaba. Forzó una sonrisa para saludarles.
- Lo sentimos mucho – dijo Eduardo.
- De verdad. Todo lo que necesites… - añadió Román.
- En realidad, sí necesito algo. Sé que la clave del asesinato de mi hermana está en esta rosa – y entonces levantó la flor que llevaba en la mano. Tú, Román, estuviste en la fábrica de flores donde nosotros vimos aquella secta tan rara. Creo que ahí está el quid de todo esto. Y allí vimos a Natalia y a Chiqui Esteban. Ellos dos saben más de la cuenta.
- Recuerda que Carmen también acudió a ese sitio. Yo la fotografié entrando. Y fíjate cómo acabó la pobre. Puede ser peligroso… - le advirtió Román.
- Sé que esto es peligroso. Acabo de enterrar a mi hermana apuñalada.
- Lo siento, no quería…
- Perdona mi brusquedad. Pero no hay tiempo para remilgos. El asesino de mi hermana tiene que ver con esa secta y también con ese master que dieron en la universidad junto a Ignacio. Román, tú y yo, volveremos a la fábrica de flores esta misma noche a ver si sacamos algo en claro. Y tú, Eduardo, debes preguntarle a Ignacio todo lo que sepa sobre el profesor de ese master. Tengo serias sospechas de que él tiene muchas respuestas a todo.
Eduardo se quedó algo triste con la propuesta pero aceptó resignado. Se iba a marchar pero antes Eva le abrazó con fuerza. La chica se le acercó al oído y le susurró.
- Gracias por todo. Ya hablaremos.
Eva sonrió levemente y Eduardo le correpondió algo aturdido.
A esa hora la actividad en el interior del edificio de la fábrica de flores era muy intensa. Un centenar de personas bailaban acompasadas de una música frenética. Todos estaban cubiertos por una capa blanca y máscaras. Natalia trataba de reconocer una figura entre todas. Aprovechando la coreografía iba ganando puestos hacia delante, hasta que identificó a quien buscaba.
- Chiqui, tenemos que hablar… - murmuró sin perder los pasos que marcaban el baile…
- ¡Natalia! ¡Estás loca! No pueden vernos hablar…
- Es importante…
- Quedemos después de la ceremonia.
En ese momento, el portador de la gran máscara volvió a aparecer en el púplito.
- ¡¡¡El día se acerca!!! ¿Queréis vuestra rosa?
- ¡¡¡¡Sí!!!! - exlamaron todos.
Ignacio daba el biberón a Pedrito. El niño sonreía mientras bebía. Cuando terminó, le limpió con suavidad la barbilla y lo recostó en la cuna. Entonces sonó el timbre. Abrió la puerta. Era un mensajero.
- ¿Pedro?
- No.
- ¿Ignacio?
- Sí, soy yo.
- Es un paquete para Pedro e Ignacio. Firme aquí…
- ¿De quién es?
- De Jimena María Alcollante.
En La salamanquesa la comisaria Alejandra trataba de encontrar pistas que pudieran llevarle al asesino. El bar, clausurado desde el crimen, se había convertido para ella en una especie de refugio. Pasaba horas y horas examinando cada rincón para intentar encontrar algo que no sabía ni qué era ni si realmente existía. Era de noche. Tal era su desánimo que ni había encendido las lámparas del establecimiento. La única luz que entraba desde la gran cristalera exterior a pie de calle era la que aportaba una farola. Desde esa cristalera se asomó Corrales antes de entrar en el bar y comprobar que allí estaba la comisaria. Abrió la puerta.
- Me han dicho que estarías aquí. No deberías estar sola.
- ¿Y qué más da? ¿A alguien le importaría lo que a mí me pasara?
- A mí me importaría. No debes dejarte llevar por la desilusión.
- ¿Se sabe algo de Marta?
- Nada. Ni una pista. Acaban de darle el alta a Javier. El muy cabrón se pondrá bien…
- ¿Y el guardia que la custodiaba?
- Tiene para algún día más en el hospital pero también se pondrá bien. Marta les dio un buen golpe…
- Qué horror...
- Javier lo ha contado todo. Ha firmado hoy su declaración. Me han comunicado ya mi expediente sancionador. Me han bajado un grado y me trasladarán a una comisaría de Teruel. ¿Y a ti?
- Me han dado un mes para cerrar la investigación de los crímenes pero no deben de tener muchas esperanzas. Me han dicho que están buscándome sustituto. A mí me tienen ya una plaza en Huelva. Vuelvo a la oficina de denuncias.
- Siento lo que ha pasado.
- Hemos pagado nuestros pecados, ¿no?
- Lo siento, sobre todo, por Marta. Ahora anda vagando por ahí. Ha sufrido demasiado en la vida. No se lo merece.
Alejandra no pudo evitar dejarse llevar por la emoción y comenzó a llorar desconsoladamente. Corrales se dio cuenta de lo insensible que había sido con ella y corrió a abrazarla.
- Perdóname. No sé ni lo que digo...
- Pero, qué escena tan romántica.
La comisaria y Corrales se volvieron hacia la puerta. Acababa de entrar Marta. Llevaba una pistola en la mano. Apuntaba al que había sido su novio.
- No me esperaba menos de vosotros. Debe poneros hacerlo en el escenario de un crimen. Con una comisaría no es suficiente.
- Marta, no es lo que parece. Cometí un error. No hagas tú lo mismo – le rogó el chico.
- Me dan igual tus explicaciones. Confié en ti y me traicionaste. Ahora sé que estoy sola. Y vosotros pagareís por ello.
- No cometas una locura. Todavía estás a tiempo de reconducir tu vida. Tengo una pista fundamental sobre el paradero de tu sobrino. Ignacio, el director de El Madrugador, llevó a un pediatra a un bebé de la misma edad del hijo de Jimena. He investigado y ambos se conocían desde la facultad. Jimena debió de entregarle el pequeño a Ignacio antes de morir.
Los ojos de Marta derramaron algunas lágrimas.
- Mi niño – balbuceó ensimismada. La comisaría la sacó de su ensueño.
- Mátame, Marta. Dispárame. Yo soy la culpable de todo.
Marta la miró extrañada pero dirigó su arma sobre ella.
- Mátame. No lo pienses. Yo te he robado a quien tú querías…
- Pero, ¿qué dices? – protestó Corrales – No le hagas caso. Baja ese arma y ambos iremos a buscar a tu sobrino.
- Te puedo contar las cosas que hicimos y que no salen en esa cinta de vídeo. Lo que disfrutamos mientras tú esperabas en esa habitación… - insistió la comisaria.
Marta lloraba mientras colocaba su dedo en el gatillo.
- ¡Mátame! ¡Yo soy la que te ha quitado la felicidad!
- No le hagas caso. Se ha vuelto loca – rogó Corrales
Marta dudaba pero los gritos y proclamas de la comisaria se apoderaron de su mente.
- ¡Piensa en tu sobrino! - exclamó el chico.
- Ese niño está muerto. No le creas. Sólo quiere engañarte. Como te engañó conmigo. Mátame, mátame – pidió desesperada Alejandra. De pronto escuchó el disparo. Le dio tiempo a cerrar los ojos. Aguardó el impacto de la bala, esperó el dolor intenso pero no llegó. Abrió lentamente los ojos. Marta seguía apuntándole a ella pero quien había caído al suelo ensangrentado era Corrales. Las dos mujeres se miraron sin comprender lo que había sucedido hasta que ambas se giraron hacia la cristalera exterior del bar. Allí, bajo una lluvia intensa que acababa de iniciarse, Alejandro sonreía mientras sostenía el rifle con el que acababa de disparar a Corrales. Había cumplido el primero de sus objetivos.
- Tiene para algún día más en el hospital pero también se pondrá bien. Marta les dio un buen golpe…
- Qué horror...
- Javier lo ha contado todo. Ha firmado hoy su declaración. Me han comunicado ya mi expediente sancionador. Me han bajado un grado y me trasladarán a una comisaría de Teruel. ¿Y a ti?
- Me han dado un mes para cerrar la investigación de los crímenes pero no deben de tener muchas esperanzas. Me han dicho que están buscándome sustituto. A mí me tienen ya una plaza en Huelva. Vuelvo a la oficina de denuncias.
- Siento lo que ha pasado.
- Hemos pagado nuestros pecados, ¿no?
- Lo siento, sobre todo, por Marta. Ahora anda vagando por ahí. Ha sufrido demasiado en la vida. No se lo merece.
Alejandra no pudo evitar dejarse llevar por la emoción y comenzó a llorar desconsoladamente. Corrales se dio cuenta de lo insensible que había sido con ella y corrió a abrazarla.
- Perdóname. No sé ni lo que digo...
- Pero, qué escena tan romántica.
La comisaria y Corrales se volvieron hacia la puerta. Acababa de entrar Marta. Llevaba una pistola en la mano. Apuntaba al que había sido su novio.
- No me esperaba menos de vosotros. Debe poneros hacerlo en el escenario de un crimen. Con una comisaría no es suficiente.
- Marta, no es lo que parece. Cometí un error. No hagas tú lo mismo – le rogó el chico.
- Me dan igual tus explicaciones. Confié en ti y me traicionaste. Ahora sé que estoy sola. Y vosotros pagareís por ello.
- No cometas una locura. Todavía estás a tiempo de reconducir tu vida. Tengo una pista fundamental sobre el paradero de tu sobrino. Ignacio, el director de El Madrugador, llevó a un pediatra a un bebé de la misma edad del hijo de Jimena. He investigado y ambos se conocían desde la facultad. Jimena debió de entregarle el pequeño a Ignacio antes de morir.
Los ojos de Marta derramaron algunas lágrimas.
- Mi niño – balbuceó ensimismada. La comisaría la sacó de su ensueño.
- Mátame, Marta. Dispárame. Yo soy la culpable de todo.
Marta la miró extrañada pero dirigó su arma sobre ella.
- Mátame. No lo pienses. Yo te he robado a quien tú querías…
- Pero, ¿qué dices? – protestó Corrales – No le hagas caso. Baja ese arma y ambos iremos a buscar a tu sobrino.
- Te puedo contar las cosas que hicimos y que no salen en esa cinta de vídeo. Lo que disfrutamos mientras tú esperabas en esa habitación… - insistió la comisaria.
Marta lloraba mientras colocaba su dedo en el gatillo.
- ¡Mátame! ¡Yo soy la que te ha quitado la felicidad!
- No le hagas caso. Se ha vuelto loca – rogó Corrales
Marta dudaba pero los gritos y proclamas de la comisaria se apoderaron de su mente.
- ¡Piensa en tu sobrino! - exclamó el chico.
- Ese niño está muerto. No le creas. Sólo quiere engañarte. Como te engañó conmigo. Mátame, mátame – pidió desesperada Alejandra. De pronto escuchó el disparo. Le dio tiempo a cerrar los ojos. Aguardó el impacto de la bala, esperó el dolor intenso pero no llegó. Abrió lentamente los ojos. Marta seguía apuntándole a ella pero quien había caído al suelo ensangrentado era Corrales. Las dos mujeres se miraron sin comprender lo que había sucedido hasta que ambas se giraron hacia la cristalera exterior del bar. Allí, bajo una lluvia intensa que acababa de iniciarse, Alejandro sonreía mientras sostenía el rifle con el que acababa de disparar a Corrales. Había cumplido el primero de sus objetivos.
35 comentarios:
Nooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo!
JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA MEEEEE PAAARRRTOOOOOO...
AL CARAJO EL FOLLARÍN... JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAAJ
Vaya reaparición en escena de Alejandro!!!! menos mal que al final el crimen no recae sobre mi comó quería la comisaria, qué perra.
La cosa se pone interesante, cada vez somos menos y el asesino está entre nosotros...
A lo mejor Corrales no muere, se suma al coma de Carmen, quién sabe, pero y lo mala que se ha vuelto de pronto la comisaria?
Y por favor que alguien me rescate ya de Alejandro o acabamos como en el oeste en un duelo de pistolas!!
Los hijos pródigos siempre vuelven. Qué arte tienen.
El autor advierte por adelantado de que no quiere amenazas de personajes contra los que se ha disparado recientemente, aunque no se rechazarán regalos de más de 100 euros para salvarles la vida in extremis
A la victima cornuda sólo puedo decirle que, a lo mejor, ha cantado victoria demasiado pronto.
Aiiiiiiing!!!!! Desde luego.. la inconciencia de algunos es el pecado de este mundo!!!
Hijo prodigo!!!!!! vuelves para reirte de los muertos!!!! cuando ellos son los que dan luz al mundo!!!!
Corrales, míralo por el lado positivo ¿qué ibas a hacer en Teruel? Allí ni se folla.
QUÉ FUEEEEEERRRRTE!
El bar clausurado y sigue habiendo allí disparos, cuernos y sangre...
Va a haber que dejar la hostelería y meterse a charcutero del Mercadona, que se vive más tranquilo. Como mucho, alguna Mari que te amenace porque los 100 gramitos de choper de lata se le han quedado corto a su Pepe.
P.D.: El sector de la flor cortada de Chipiona está mu mosqueao porque a pesar de ser el mes de mayo no está vendiendo ni una flor por culpa de to esto.
Cuánta emoción. Y cuánto amor. Yo lo que veo es que estoy mu triste pero se me pone un maromo por delante y se me olvida todo. Qué me gusta un fotógrafo, shikiyo. Y también qué me gusta el periodismo, porque está el cadáver de mi hermana ahí calentito y ya estoy yo pensando en mi investigación particular...
Conste que he intentado decirle a Chaflers toda la verdad. Pero es que no encuentro el momento.. A ver por dónde me sale el silencio, me da que me va a costar la amistad.
Y digo yo, quién son esos señores que llevan el féretro de Marina? Algunos dicen que son miembros de la secta, pero yo creo que son sólo miembros a secas. Es decir, que no creo que Román haya sido el único hombre de su vida...
Por cierto, hijo pródigo, bienvenido de nuevo. Al final los hijos pródigos son siempre los más queridos y los que están ahí dando el callo una mierda pa ellos. Nunca entendí ese pasaje de la Biblia, la verdad. No me parece que dios sea ahí muy justo... Pero vamos, que ha disho elevahelio...
Por cierto, espero que si muero yo no te alegres ni te rías tanto!
Pd. Qué monería de dibujo ha dejado el autor. Quién es el/la que está dentro de un anillo o esposa? Es un homenaje a La Toñi, que en paz descanse?
Pd2. Alejandra... ya te vale.
Alejandra, vete tranquila a Huelva, allí estarás mejor que en esta ciudad en la que nada funciona: los periódicos se hacen solos, la policía no da una, y el servicio postal... ¿Pero cuántos días ha tardado en llegar ese paquete?
El paquete tiene dos florecillas pa el bebé cabezudo y su cuidador.
Eva, me parece muy mal que no sea momento para hablar conmigo de lo que sabes de las flores y las cositas de mi padre y... en cambio sí sea momento para ponerte a lubricar con Eduardo.
Corrales, a lo mejor puedes dar un último puntazo antes de morir. Tienes a mano a Marta, Alejandra y a Alejandro.
PD. Voy a crear la plataforma 'No más muertes en La Salamanquesa'.
Biennnn!!! La trama se complica y encima tengo caras ya conocidas en el cielo (porque nosotros somos mu buenos pa ir al infierno, corrales).
Lo de Alejandra, mu fuerte. Me parece que le va a encasquetar el muerto a la pobre víctima cornuda vengadora y lenta de reflejos...
Y por cierto, hermanita huérfana, lo de los maromos que llevan mi ataud (todos por supuesto salidos del último catálogo de Calvin Klein) es tan sólo un toque de glamour que el autor (cabrón) ha querido dar a la novela. No seas mal pensada.
pro Ley de dependencia... deja los paquetes en paz, que como sigan saliendo paquetes a escena van a seguir saliendo cuernos, y los cuernos aquí traen muertos... y al final siempre los muertos están cerca del bar, con lo cual, sigue cerrado... Una ruina.
Hermana huérfana, el dibujito es unos anillos, en clara referencia a la Guardia Civil gaditana. Por cierto, hablando de Guardia Civil, se irá Alejandra a Huelva para dejar la pulisía nasioná e ingresar en el Instituto 'Armado'....?
El camarero dice que si alguna vez puede volver a abrir el bar, si Alejandra hace su trabajo en vez de hacerle trabajitos a los demás polis, está pensando en abrir un japonés gaditano. Como el Antonio de María tiene el chino gaditano de San Antonio, pero en japonés.
El plato estrela será el 'Shochi', a base de sardina cruda. Como el Shushi japonés pero con nombre en gaditano en homenaje a la Toñi, el 'Shochi'... de la guarnición no ha hablado pero miedo me da, porque decía algo de cabello del Ángel o algo así.
Qué poca comprensión hacia mi situación! No me extraña que esté tan deprimida con gente tan perra a mi alrededor, que sólo sabe criticar. Pedro, antes de trasladarme a Huelva, búscame un psiquiatra. Yo no puedo con to esto! Me voy a comprar unos lexatines o algo más fuerte.
Yo creo que más que lexatines puedes pasarte por el sex shop y comprate unos consoladores XXL, que me parece que te hacen más falta.
(quiero decir, tras la muerte inminente del follarín de Corrales). No se malinterprete.
Ante la angustia de muchos sobre el progresivo nivel mortuorio que está alcanzado la historia, puedo decir que:
- en el próximo capítulo estará amenazada la vida de un fotógrafo.
- se conocerá el contenido del paquete que le ha llegado a Ignacio.
- y alguien realizará un descubrimiento muy chungo sobre otra persona a la que quería.
Estos avances no descartan que en un mismo episodio se puedan producir dos muertos.
Menos mal que en Cádiz ya hay tres tanatorios... qué de muertos. Ganaderías en la capital no hay, pero de cuernos.... pa dos o tres corridas (que no orgasmos).
Esta vez lo tenemos más claro que en capítulos anteriores.
- En el paquete está claro que hay dos rosas para proteger al bebé cabezudo y su padre postizo.
- El fotógrafo cuya vida va a estar en peligro es.... el hijo pródigo. El Román, con esto de volver a la nave cuando se acaban de cargar a la tía que te encargó las fotos... es un poquito kamikaze.
- La persona que va a descubrir algo malo de alguien a quien quería es Eduardo. En un principio creíamos que iba a ser sobre Eva, pero luego nos hemos decantado por el pasado de Jimena.
Tiene que ser Eduardo porque es el único que va por ahí queriendo a la gente, porque no creo que la sorpresa fuera que Mauri o yo descubriéramos a estas alturas que a la Toñi le gustaban realmente las mujeres.
- Como todo esto es compatible con la muerte de dos personajes... creemos que va a morir Román, ya que su vida va a estar amenazada y, además, a la Carmen le ha llegado el momento de dar el pasito al otro barrio.
Ah! quiero aprovechar para agradecer al autor que nos haya quitado la amenaza de un personaje que, además de que te puede pegar las ladillas de la comisaria o de marta, dice frases del tipo:
"la inconciencia de algunos es el pecado de este mundo!!!" o que afirma que los muertos "son los que dan luz al mundo!!!!".
Qué miedo. ¿No será Corrales quien está detrás de la gran máscara???
Lo que no se entiende muy bien es esa desesperación de la comisaria porque la mate Marta. Esto da pa dos teorías.
O se quedó mu satisfecha con el Corrales y antes de perderlo definitivamente prefería la muerte. O quedó insatisfecha y después de haber sido pillada por haberse liado con alguien que no le terminó de dar lo que ella buscaba (entiendase lo que quieran) prefirió la muerte por vengúenza torera (por lo de los cuernos y eso la alusión a la tauromaquia). Porque encima de mala insatisfecha, como que es pa que te maten.
Esto es muy fuerte, qué digo fuerte, MU HEAVY!!!!pobre corrales...tanto follar y al final... si es que polvo somos y en polvo nos convertimos...ejem...ejem...
Yo con lo que flipo son con varias cosas...
La primera: que haya gente que me desee la muerte, esos de agencias press que se dejen de hacer teorías chungas y se centren en los mojitos, que es lo suyo...jajajajajaj
La segunda: Natalia está a todo carguito, eh? Ignacio, Chiquiesteban... no es lista ni ná
Tercero: yo de Eduardo no me fío. En esta vida no se puede ser tan bueno. Para mi que el chikillo algo oculta.
Cuarto: ¿por qué están tan loca la comisaria?que al fin y al cabo a ella la mandan a huelva, a tender denuncias y a la playita...como debe ser
Quinto: ¿dónde esta libertad? no la dejeis suelta que aparecen más muertos
Sexto: De Mauri tampoco me fío. Para mi que libertad, eduardo y mauri están compinchados los tres y que la pobre marina -que en paz descanse- y papa chaflers no son más que santos varones y mujeres.
Séptimo: Digo yo...que ya está bien que eva se ligue a todos los maromos... que la pobre de laura y yo estamos sin jalarnos ni un colín
Octavo: Piiidro despiértame ya del coma...ya te he dicho que te he comprado la nueva wii, no? eso son más de 100 euros...
jajajajajjaja
besos a todos guapetones!!!!!!!!!!!!
he recapacitado. yo creo qe libertad no entran en el trío de asesinos... con lo perra y ambiciosa q es ya tiene bastante, no se puede ser una trepa y una asesina a la vez, demostraría que el mundo está muy mal repartido...aunque viendo lo que ligan algunas y lo poco que otras... puede que el autor no quiera guardar ninguna lógica
jejejejejejejejej
sólo quería hacer un pequeño apunte, a pesar de los cuernos y las promiscuidades varias tengo que aclarar que Marta NO TIENE LADILLAS que ya era lo que la faltaba, picores de chumino!!!!
Aquí las únicas que seguro seguro seguro que no tienen ladillas somos Carmen y yo... (muy a nuestro pesar)
Autor! es menester que le dejes a algunas las bragas puestas y nos las bajes a otras, que parece que las tenemos puestas con chinchetas
A CARMEN:
Libertad no es ni asesina ni una perra. Un poco ambiciosilla (que no viciosilla) sí, porque el mundo la ha hecho así. Y a tu pregunta de dónde está, no te preocupes, que aunque no aparezca en este capítulo no está por ahí matando a nadie. Está haciendo dos periódicos (porque con tanto salto ya no me acuerdo en que plantilla estaba la última vez), mientras el resto de la plantilla anda por ahí con asuntos personales. ¿Pero cuántos días de asuntos propios permiten en esas empresas?
PD. Otra ubicación posible es el hospital, haciendo una visita a una moribunda, pero creo que después de ver tus opiniones, va a cambiar de parecer.
Otro mensaje que quería lanzar desde este foro.
A todos los que suplican por su supervivencia, a los que están dispuestos a chantajear, amenazar, sobornar, y demás artes turbias con tal de no desaparecer de la trama, os digo:
Qué poco amor a la literatura. Tenéis que saber que el sacrificio de un personaje no es nada en comparación con el fin por el que es ajusticiado, la continuación de la historia. Además, sólo desaparece un cuerpo, pero el personaje puede seguir teniendo un gran protagonismo. Ahí tenéis a la Toñi, que ha sabido perdurar en nuestra memoria y ser mencionada en cada entrega, o a la misma Jimena, fiambre desde el principio y sin embargo, protagonista.
Lo que os fastidia, a mi parecer, es que al no ser seres terrenales se os acaben los líos de telenovela guarra. Ay, cómo se os ve el plumero.
Yo, por mi parte, ofrezco al personaje de Libertad como ofrenda a la novela (aunque, pensándolo bien, Pedro, mejor no la mates, que te quedas sin periódicos)
Según el autor, mi desesperación porque me mate Marta es fruto de una técnica psicológica que estudié yo en un cursillo que nos dieron en la policía, aunque en este caso esas técnicas no han dado muy buen resultado. Entre las variables no se contemplaba que apareciera otro asesino vengativo y sin escrúpulos.
Con respecto a los consoladores, Chafflers, hay otra gente a los que le hacen más falta que a mi.
A mí misma, comisaria. Lo reconozco
Joder, esto de estar muerta es un aburrimiento...
Tanto silencio en el blog me va a matar, y no tengo el chichi pa farolillos.
Yo creo que Corrales no ha muerto, que la bala se le ha quedado incrustada en la punta del pene y los cirujanos no van a tener más remedio que cortarle un cacho, con lo que Alejandro dará por culminada su venganza.
El camarero dice que él cede un palito de merluza para el implante de dicho pene, para que no le quede el hueco y pueda seguir luciendo 'bulto' en los calzoncillos, silps o brasley.
a mí me da la sensación de que estamos en la parte de cámara lenta de la película, viendo cómo la bala se desplaza leeenntamennente hasta la zona en cuestión y las caras de sorpresa tanto de la comisaria como de Marta ante esta llegada in(esperada) de Alejandro.
Y lo q pasa es que el autor ha metido publicidad y por eso se ha parado la cosa....JAJAJAJA
Bueno, como veo que la cosa está un poco de capa caída, espero que no os importe que use este foro para preguntar quién piensa ir a Tetuán con la APC los dias 24 y 25 de este mes. (Absténgase asesinos, aunque a mí, qué más me da, si ya estoy muerta...)
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